viernes, 4 de marzo de 2011

... es que... no puedo dejar de pensar en ella…


Para algunas personas los cambios generan cosas negativas en sus vidas, llegan a entristecer su presente, olvidar su pasado, he incluso mirar el futuro y ver todo nublado.




Acá en Tilcara ha pasado un enero, entre medio paso mucha gente (como gotas en los techos) el paisaje se puso un poco mas verde, en la tierra del sol por estos días el cielo se tiñe de gris, y ya que todo cambio un poco, porque esta historia no habría de cambiar?
Con estas, mis palabras, les propongo contar algo de todo lo que sucedió, desde el mural del submarino hasta estos días, y como los cambios abren otras puertas y generan en mi pruebas a superar, sin dejar que la tristeza contaminen estas letras.

Quizás el orden de las cosas que cuente en los próximos renglones no sea exactamente el correcto, pero si toda el agua que paso bajo este puente es real.


Terminado el mural nos propusimos materializar una idea que con Diego, Pablo (el otro dueño del hostel) Fran y yo teníamos dando vuelta en la cabeza “un barcito”. La idea era crear un lugar donde pudiéramos cocinar, vender algo para tomar y porque no? hacer algunas noches con música en vivo o alguna otra movida así, lo interesante era que no teníamos mucha plata y lo bueno podía ser armarlo antes de enero para trabajarlo la temporada y luego seguir viaje. Fue una misión complicada, pero para Fran y para mi, meternos en enriedos y resolverlos es una adrenalina que nos gusta disfrutar, y como dicen en una radio en Córdoba…”largaron Roniiiii”. Compramos unos recortes de maderas duras, conseguimos muchas botellas, tornillos, serrucho, hicimos adobe, un poco de improvisación y mucha imaginación, encaramos la misión. En lo que tardo en crecer la rúcala en la huerta (como dijo solcito amiga de toda esta historia) lo que fue un sueño, una idea, se hizo realidad: “Ricasso Bar”. Comida sencilla pero rica, hecha con el condimento que no tiene que faltar en ninguna cocina: amor. Y cuando nos dimos cuenta había gente tocando su música, y otros disfrutando de ella. Algunos de los que pasaron por esta noche fueron: Yadonay (percusión) Luly y Tuno (tangos, milongas, y algo de folklore) Sergio G.(folklore) Utópicos (rock acústico) Sembrando Voces (folklore latino) Trío Evolución (malabares y música).


Pasaron cosas increíbles mientras la música se dejaba oír. Cuando la gente volvía a sus habitaciones o a sus casas y los músicos levantaban sus instrumentos, nos quedábamos ordenando. Una de esas madrugadas apagamos las luces de Ricasso y solo la luz de la heladera con las bebidas, quedo encendida, creo que a los tres se nos vinieron recuerdos de cuando éramos mas chicos y soñábamos con un barcito hecho entre amigos. Sonreímos con el flaco, confirmando porque nuestra amistad viene desde los 4 años, y diciéndonos sin hablar, que mientras pueda, a donde sea, nos va acompañar.


Como vivíamos en el hostel y empezaba a llegar mas gente, tuvimos que empezar a buscar otro lugar, pero acá en Tilcara (como en Cosquin) para la temporada no hay lugar y todo se complica. Pero cuando creíamos que nos íbamos debajo del puente jeje, una amiga “Dede” nos ofreció su casa a cambio de cuidársela. Cuando alguien tiene las puertas de su hogar abiertas, luego uno cosecha lo que siembra. Una casita hermosa con una vista en diagonal de la Quebrada ¡gracias Dede!


Para navidad y año nuevo, el hostel estaba lleno. Entre todos cocinamos desde temprano (ya que mas o menos entre 30 y 40 personas éramos los comensales) : ensaladas, salsas, carnes, etc. Todos lejos de nuestras casas y la mayoría sin conocernos, brindamos, comimos, brindamos y brindamos, así hasta parecer que nos conocíamos de toda la vida je.


Ah, antes de Ricasso, tuvimos que pagar la deuda con la gente de Rupestre (ver informe anterior) por darnos un lugar para quedarnos cuando recién llegamos. Así que arreglamos un poco el hospedaje y lo pintamos, pero en una de las paredes querían un mural y de dos diseños que les mostré, uno fue el elegido. El diseño fue inspirado por unas fotos de Fran de la luna llena saliendo de atrás de los cerros, y de los que esto genera en las personas.


Entre todo esto que pasaba, Fran se fue unos días a Cosquin. A su vuelta me planteo el deseo de volverse o el de seguir con esta aventura, y cuanto le estaba afectando esa situación. La conclusión fue que había que decidir, pero si bien a él, la decisión lo estaba acorralando, a mi también me tocaba decidir, seguir o volver?... Fran decidió con el corazón, y yo también. Nos conocemos de muy chicos, de cuando nuestras madres nos contaban que jugábamos juntos en la plaza del pueblo, antes del jardín. Entones antes de todo esto que armamos, él y yo somos amigos, y eso en mi mundo vale mas que mi viaje con él, verlo bien en donde sea me da fuerzas para seguir, y a los dos nos hace libres. Entiendo a la gente que se involucro con esto y que piensa de otra forma pero… yo no lo juzgue, entonces quien tiene ese derecho? A los que hablaron de mas, piensen si alguna vez se jugaron por lo que sienten, dejando el estupido orgullo de lado, piensen que los proyectos se manejan con la razón, y la vida con el corazón.


Ahora estoy viviendo abajo, mas o menos, de un cartel en el cerro que dice “bienvenidos a Tilcara” en lo de una amiga, Marisel Vedia (la Maru) personas buenas si las hay, a quien le debo mil agradecimientos por dejarme pasar este ultimo tiempo (antes de mi partida para Bolivia) en una casa preciosa, con una vista de frente de la Quebrada de Humahuaca.


La historia cambio no? ahora voy a pedalear solo? Ni tan tan, ni muy muy. La cosa es que sigo. Cuando me pongo a pensar que ya se fueron Fran, mi vieja (que cayo unos días a visitar) y el flaco, no caigo en la tristeza, solo me vuelvo mas fuerte. Una canción me rebota en la cabeza “ni un paso atrás, ni un paso atrás” (Hiela sangre, La Renga) pienso en todos los que están allá, que quieren que este bien o que no pare de sonreír, y en todos los amigos que hice mientras respiraba, todos me ponen el viento a favor. Voy a seguir mostrándole a muchos que hay otra forma de existir, voy a seguir mostrándole a los pueblos latinos que soy de un pueblito que queda entre unas hermosas sierras, voy a seguir para demostrarme a mi y a los sin esperanzas, que a veces se muere y se revive, pero solo para entender lo hermoso que es vivir.


Ahora de fondo suena una canción de Groundnation que dice: one more day, live it up, live it up (un dia mas, vive arriba vive arriba). Fran donde sea que estés, me alegra haber hecho todo lo que hicimos juntos y que seas feliz, voy a extrañar cantar en la ruta o tratar de pensar como cambiar un poco el mundo.

A mi familia díganle que los amo, que agradezco todo lo que me dieron, porque nada fue material y me dejaron ser. A mis amigos, no saben la fuerza que me dan, no dejen de hacerme saber que son felices y si no es así cámbienlo, yo desde donde sea los voy a escuchar.

Desde Tilcara les quiero decir, que van a pasar cosas buenas y malas, saldrá el sol o no, voy a llevar una bandera: la de la alegría, y pase lo que pase esto va seguir siendo Latinoamérica en dos ruedas. Hasta las próximas letras.



Santi de la luna